La cobertura que se aplica es la denominada “todo riesgo” garantizando cualquier tipo de daño físico o pérdida de los objetos asegurados. Bajo el concepto “clavo a clavo” el seguro da cobertura a las obras de arte durante su traslado, desde que abandonan su lugar habitual hasta el nuevo lugar de ubicación y retorno al lugar de origen.

•   Daño físico.

•    Pérdida de la obra de arte.

• Cláusulas inglesas: estas incluyen coberturas como el transporte marítimo, coberturas meteorológicas, huelgas o conflictos bélicos.

•  Depreciación artística: esta cobertura compensará la pérdida de valor o depreciación de la obra de arte en caso de siniestro, siempre que este esté contemplado en la póliza.

•   Opción de recompra: el robo de la obra de arte será objeto de indemnización por la empresa aseguradora. No obstante, si la obra apareciera, el propietario tendrá la opción de volver a comprarla.

• Descabalamiento: esta cobertura es fundamental para aquellas obras de arte compuestas por varios objetos o piezas, ya que cubre el descabalamiento de alguna pieza, de forma que la aseguradora se encargará de la reparación de la pieza dañada.

• Daños malintencionados por terceras personas sobre la obra expuesta.

•  Sustitución o reparación de los marcos dañados por accidente, siempre que sean considerados piezas de arte.

•  Reparación o sustitución de los cristales de protección de las obras.

•  Ataques terroristas que puedan causar daños en las obras, tanto durante su exposición como durante su traslado.